¿Es necesario hacerse socio de una ONG para ayudar a
mejorar el mundo? ¿Realmente se puede cambiar la vida de las personas
necesitadas con aportar 9 euros al mes? ¿Es el dinero la mejor forma de ayudar
a otros? Estas 3 preguntas con las que abrimos el post, las podríamos responder
con un humilde y sencillo NO.
Durante mucho tiempo hemos estado viendo en las
noticias de los medios de "descomunicación", grandes catástrofes,
guerras, pobreza material y destrucción del medio ambiente.
Con este panorama uno podría pensar que el Apocalipsis
final se acerca o que ya no hay esperanza para este mundo cargado de odio,
envidia, avaricia y violencia.
A muchos de nosotros, cuando vemos esto, se nos
despierta nuestra naturaleza compasiva y se nos enciende en la cabeza el cartel
luminoso con la frase de “TENGO QUE HACER ALGO”.
Y es, en ese momento, cuando nos ponemos manos a la
obra y, con todas nuestras buenas intenciones, escribimos en Google (o mejor
aún en el buscador Ecosia) “ayudar a cambiar el mundo” y… en 0,56 segundos
aparecen 136 millones de resultados encontrados.
Empezamos a leer y encontramos una gran multitud de
ONGs que quieren que te hagas socio (aportando una cuota de 9, 12 o 15 euros)
para que con tu dinero “cambien el mundo”.
Seguimos buscando y aparece la palabra “voluntariado”,
asociada a la frase “ayuda con tu esfuerzo a cambiar el mundo”. Pero,
desafortunadamente, cuando nos decidimos hacer un voluntariado en Asia, África
o Sudamérica, las ONGs que los tramitan, nos invitan a colaborar, a parte de
con nuestro esfuerzo, ilusión y trabajo, con una aportación económica que, bajo
nuestro humilde punto de vista, es desorbitada.
Al final de nuestra búsqueda, terminamos cansados y
pensando que las ONGs son otro negocio más, relacionado con el mundo capitalista
en el que vivimos y, desmotivados por esto, llegamos a la triste conclusión de
que por mucho que trate de ayudar a cambiar el mundo, mi ayuda no servirá de
nada si el mundo no quiere cambiar. ¿Qué podemos hacer entonces para
cambiar el mundo?
Según nuestra filosofía Ahimsa, ¡hay muchas cosas que
podemos hacer!, pero creemos que antes de ponernos a la acción, es muy
aconsejable poder reflexionar profundamente sobre la siguiente cuestión:
¿Tengo que luchar por cambiar el mundo o tengo que
cambiar yo para ver el cambio en el mundo?
En este sentido, encontramos una frase, que mucha
gente atribuye a Gandhi, que nos puede ayudar a contestar esta
cuestión: Sé el cambio que quieres ver en el mundo.
En nuestro camino hacia Ahimsa queremos ser nuestra
propia ONG en la que, en primer lugar, nos podamos ayudar a nosotros mismos
para poder así ayudar verdaderamente a los demás.
Creemos firmemente que un pequeño gesto, puede ayudar
a mucha gente y que muchos pequeños gestos, realizados por muchas “ONGs
individuales” (cada uno de nosotros), puede generar un cambio muy grande en
este maravilloso mundo.
Empecemos por tener pequeños gestos de ayuda con
nosotros mismos, con nuestra familia, con nuestros vecinos, etc. Llenemos el
mundo de pequeños gestos que ayuden a que este planeta sea un lugar un poquito
mejor.
Queremos aclarar que no estamos en contra de las ONGs
y que seguro que muchas de ellas hacen una labor extraordinaria, pero pensamos
que nos son la única forma de ayudar.
Para terminar con este post, queremos compartir
un vídeo que nos puede ayudar a reflexionar acerca de como
un pequeño gesto de bondad, realizado por una “ONG individual”, puede
influir en nuestras vidas y en la de los demás.
¡ Espíritu Ahimsa!
