martes, 12 de agosto de 2014

Descubriendo Katmandu. Monos, momos , estepas y estupas



Bueno, bueno, bueno... Ya estamos en Nepal!!! 

En realidad hace ya dos semanas que aterrizamos en Katmandu, pero entre una cosa y otra no hemos podido escribir nuestro primer post nepalí hasta hoy. 
La agenda del mochilero a veces puede llegar a estar mas llena incluso que la del hombre de negocios más estresao de wall street...

Los primeros cuatro días en Nepal los pasamos en su contaminada, mojada y ajetreada capital. Katmandu es una ciudad peculiar en la que hay muchas cosas que descubrir... Como ya dijimos en los primeros post de este blog, no pretendemos ser una wikipedia en la que constantemente pongamos información detallada de los lugares que estamos conociendo. Por ello, invitamos amablemente a cualquiera que este ávido de datos y cifras  sobre la capital de Nepal, que navegue por el ciber espacio sideral. Disculpen las molestias.

Las primeras diferencias que notamos con respecto a India fueron tres principalmente:
Los perros callejeros nepalíes son más felices que los indios.
El clima de Katmandu en esta época del año es mas fresquito que el horno de la mayor parte de la India monzónica.
Los conductores nepalis no tienen pegados con sangre y fuego sus dedos al pito del coche...¡ Que imprudentes!


Nada mas llegar del aeropuerto,el destartalado taxi nos dejó en Tamel y allí nos encontramos con nuestro couchsurfer indio, Namit! Nos subió a su coche y con mochilas y todo nos llevó a ver un documental sobre cómo se habían construido algunas ciudades del mundo. El lugar en el que vimos este documental es una especie de centro social y cultural creado por artistas de todos los ámbitos, comprometidos en desarrollar una nueva forma de cultura nepalí,no basada únicamente en trekking, folklore y turismo de montaña.En la entrada de este lugar llamado SATTYA  se puede leer en grande su principal creencia. 

Haz lo que realmente ames. 
 
Lugar muy recomendado para visitar en Katmandu si estas interesad@ en conocer gente creativa y con mucho arte.

Aquí tenéis el link para más información
http://www.sattya.org/

El día siguiente lo pasamos completamente tirados en la casa de cinco estrellas de nuestro anfitrión, viendo películas de Woody Allen y escuchando-conociendo proyectos musicales que Namit nos enseñaba con un estusiasmo contagioso.

Al despertarnos sentimos que necesitábamos movernos y decidimos ir con Namit y dos amigas chinas al templo de los monos. Es un lugar muy recomendable para visitar si te gustan los monos agresivos, el budismo- hinduismo y la mejor perspectiva de la ciudad (360 grados).

Los monos viven en paz y armonía en este lugar hasta que se sienten amenazados. Como pedagogo podría decir que esta especie de primate vive una relación de amor-odio con la gente que merodea este templo. Por un lado necesitan de los turistas para estar bien alimentados pero, por otro lado, una vez que consiguen su objetivo, empiezan a amenazar con atacarte a las primeras de cambio. En mi opinión esta relación se podría comparar con la relación que mantienen los periodistas y otra especie de primates que conviven con nosotros, los famosos. Si quieres vivenciar de primera mano lo que podría sentir un famoso rodeado de paparachis, tienes que ir al templo de los monos de Katmandu. ¡Emociones fuertes garantizadas!


Al día siguiente nos colamos en Buddanat. En esta fabulosa y famosa estupa ( aqui se rodó una partela de la película el pequeño buda) pasamos unas horas visitando los templos, tiendas y callejuelas que la rodean. La verdad es que es uno de los lugares mas especiales en los que he estado. Creo que es el sitio perfecto en el que sentarse y reflexionar algunos minutos sobre la vida. Seguro que alguna conclusión positiva sacas con la ayuda de la buena energía que desprende esta gran estupa y sus alrededores. Si buscas respuestas a tus preguntas, tienes que visitar Buddanat! Si no las encuentras por ti mismo, siempre estarás a tiempo de preguntarle a alguno de los lamas que pasean por allí.

Después de estos 4 días en Katmandu, emprendimos el viaje hacia el parque natural de Chitwan, en el que nos esperaba la granja ecológica de Vishnu, algunos rinocerontes y 45 grados de calor monzónico.


Amor y compasión
















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